Los simuladores de carreras arcade son muy divertidos. Es como si los videojuegos te permitieran fingir que eres un piloto de automovilismo. Puedes pasar tu tiempo en una silla genial que se mueve, con un volante, pedales y, sí, también tiene cambios, igual que un coche real. Mientras el juego te lleva por diversas pistas de carreras, la sensación física de conducir es palpable. Es divertido competir contra tus amigos o incluso contra personas de todo el mundo sin tener que levantarte de tu silla. EPARK crea estos impresionantes simuladores de carreras y son perfectos para arcades o cualquier otro tipo de lugar donde la gente pueda divertirse.
Cuando estás en un EPARK simulador de carreras de arcade, ¡es como si estuvieras entrando en un universo nuevo! El asiento vibra y se mueve mientras conduces, dándote la sensación de estar realmente dentro del coche. Los sonidos son súper fuertes y reales, hasta el rugido del motor y el chirrido de los neumáticos. Y en esas pantallas grandes, el circuito y sus alrededores pintorescos se presentan tan bellamente que sientes que estás allí, corriendo por las montañas o alrededor de edificios urbanos.

Los simuladores de carreras que EPARK fabrica están hechos con la tecnología más avanzada. Cuentan con pantallas de alta definición que te permiten ver cada detalle con claridad. Las máquinas son resistentes y pueden soportar mucho uso, algo necesario en entornos donde la gente acude a jugar. Incluso hay retroalimentación en el volante y los pedales, por lo que cuando pasas por un bache o tomas una curva bruscamente, puedes sentirla.

Una de las mejores cosas sobre EPARK una ventaja de los simuladores de carreras es que puedes competir con un amigo. Y, a veces, incluso puedes conectarte con jugadores ubicados en todo el mundo. Esto hace que el juego sea más emocionante, ya que no solo compites contra una computadora, sino contra otras personas que podrían ser mejores que tú, y eso te motiva a mejorar.

La forma en que el coche actúa y se comporta en el juego es muy realista. Puedes derrapar si entras demasiado rápido en una curva, tal como ocurre en la vida real. Los gráficos eran excelentes, lo suficientemente realistas como para ver los reflejos en el coche o ver el sol poniéndose al fondo. Esto añade cierto realismo al juego, y tener que lidiar con la física del mismo forma parte de lo que hace que el juego sea más divertido, además de ser una excelente manera de aprender un poco sobre conducción.